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Próximas olas de calor y sus efectos en la agricultura

Llegó el verano y junto con él las altas temperaturas que, sin duda, repercutirán en la producción agrícola. El Technical Manager & MDO BU en Netafim Chile, Andrés Boisier, entrega algunos detalles de cómo se viene esta temporada para una industria golpeada por los frentes de lluvia, y da opciones para encontrar la solución adecuada para los diferentes tipos de huertos y cultivos.   

Los efectos del cambio climático se están viviendo en todas partes del mundo y Chile no es la excepción. Con mayor frecuencia, se experimentan situaciones climáticas extremas, donde en un abrir y cerrar de ojos se pasa de una sequía a abundantes lluvias  que golpean fuertemente la agricultura. A finales de agosto pasado, el Ministerio de Agricultura estimó 274 mil hectáreas entre las regiones de Valparaíso y  del Biobío afectadas y $ 904 mil millones en pérdidas.

Cuando creemos que la lluvia trae consigo consecuencias favorables para la industria dedicada a la tierra, “los agricultores lo ven con otros ojos. Puede que las lluvias hayan contribuido en el aumento de la acumulación de agua y en la humedad del suelo, pero alguien que se dedica a esto conoce realmente las repercusiones. Muchos frutales en esa época estaban en flor y eso significó que perdieron la posibilidad de la polinización. Todo se resume en el alza en los costos para poder sacar adelante los negocios y disminución de los ingresos por la cantidad y calidad de la producción”, aclara el Technical Manager & MDO BU en Netafim Chile, Andrés Boisier.

Ahora, en cosas de días, se comenzará a vivir otro gran desafío. De un escenario totalmente lluvioso pasamos a los 30°C en dos semanas. Un cambio muy brusco que sin duda traerá una serie de repercusiones en el agro.

¿Qué se viene? Se prevé que las  olas de calor influirán en la hidratación de los cultivos o, como lo explica el experto de Netafim Chile, “visto de una forma fisiológica, en ese escenario de mayor calor la planta cierra los estomas para no perder agua y no deshidratarse. Este mecanismo de defensa produce un receso en el funcionamiento de esta y, por lo tanto, se dificulta el correcto funcionamiento de la planta”.

 

Lo que se espera en un corto plazo

               A finales de diciembre y principios de enero, dependiendo de la zona y de la especie, se esperan fenómenos de aborto frutal: la planta comienza a botar la fruta, provocando su descomposición. En el caso de las manzanas, peras y duraznos, normalmente se borta alrededor del 30% de la producción, y en épocas de calor se puede llegar, incluso, a perder los frutos grandes.

Las altas temperaturas son una preocupación, sin embargo Andrés Boisier señala que si bien hay agricultores precavidos que han tomado cartas en el asunto, a algunos se les ha hecho difícil por “los problemas con la calidad de la producción, la competencia con otros países y, en este año en particular, las pérdidas que van a tener por la temporada de lluvias pasadas. Hay que mirar también el contexto general y global”.

Aquellos que invierten para afrontar las olas de calor deben tener en mente las soluciones funcionales, dependiendo del tipo de cultivo, especie, temperatura y zona donde está ubicado, entre otros factores.

Cada especie frutal tiene un rango de temperatura que es capaz de mermar o frenar el normal desarrollo de la planta; cada una tiene su cuidado, su forma de desarrollarse y su tiempo. Incluso, el experto de Netafim Chile recalca que la época de frío repercute también en las otras etapas de los cultivos.

 “En el caso de los frutales, necesitan cumplir cierta cantidad de horas de frío para poder inducir la floración, lo que va a repercutir en la cantidad y calidad del fruto. Sin embargo, este año algunas zonas tuvieron un déficit de horas de frío, complicando el panorama a nivel inducción floral, producción y miras a futuro”, indica Boisier. Con este antecedente, se da a entender que con mayor razón se deben adoptar medidas para enfrentar el calor.

 

Soluciones frente al calor

Andrés Boisier cuenta que “he visto la prueba de distintas soluciones con agua en cuanto a nebulizar o aflojar. La diferencia básicamente es el tamaño de la gota y muchos hacen la asociación con lo que en el pasado funcionó en el Metro de Santiago, pero no funcionará en lugares excesivamente ventosos”.

Algunas soluciones que se han estado aplicando son los protectores solares. En parrones, por ejemplo, se han adoptado medidas para protegerlos, como tapar los cultivos con cubiertas o techos plásticos. En otros casos, prefieren las mallas de sombra que bajan la radiación y el impacto del sol directo, pero no interfieren en la sensación atmosférica, porque no es lo mismo estar a 40°C bajo el sol o en la sombra.

Hay otras formas como los ventiladores, sin embargo producen una especie de brisa y generan un movimiento de aire caliente de un lado a otro. Por ende, no parece la solución más eficiente.

El experto de Netafim Chile detalla que se han estado haciendo pruebas de  refrigeración con agua fría para refrescar los huertos. Por su parte, los cultivos de arándanos y mandarinos están empezando a utilizar los mismos sistemas de mitigación de heladas para poder bajar un poco las temperaturas durante el verano: una capa de agua con horarios de funcionamiento y tiempos de operación diferentes.

Las variables de horarios son importantes, por lo que es clave determinar el rango de hora ideal para hacerlo. En esa línea, lo recomendable es entre las 13:00 y las 17 horas, dependiendo de la especie. Por otro lado, los intervalos deben considerar grandes cantidades de tiempo y hacerse en forma paulatina. La cantidad de agua utilizada también es relevante; la idea es no mojar en exceso y realizar un riego bastante localizado sobre las plantas con gotas pequeñas para su rápida evaporación.

En ese caso, la mejor opción es realizarlo en una modalidad bajo pulsaciones. El producto de Netafim, Pulsar,  es un emisor autocompensado que distribuye cantidades relativamente pequeñas de agua, manteniendo una dispersión uniforme. Su diseño permite cubrir grandes extensiones de terreno, usando hasta un 70% menos del recurso hídrico. Otra opción recomendable para los cultivos de paltos, nogales y almendros sería con microaspersión, donde el recurso hídrico también es el protagonista de la solución.

Por último, si nos ponemos a pensar en otras herramientas útiles para mitigar el calor en los cultivos está el tener conocimiento sobre el pronóstico del tiempo y estaciones meteorológicas disponibles. “Los agricultores saben cómo viene el tiempo de aquí a dos meses más ,pero también ayuda tener mayor precisión del futuro cercano, estamos hablando de una semana o algunos días hacia adelante”, concluye Andrés Boisier.