Cada servicio entrega un alto valor. No sólo se logra una mayor eficiencia en el uso del agua, energía y mano de obra. También tenemos altas posibilidades de uniformizar rendimientos, nivelando al alza, lo que impacta significativamente en producción y calidad.
Con una tecnología que siempre mejora y evoluciona, los agricultores pueden visualizar el comportamiento de variables agrícolas fundamentales, tales como; la utilización racional de fertilizantes, detectar problemas en los cultivos provocados por el suelo, el agua, las plagas, las enfermedades y otros factores.
Las imágenes satelitales proyectan tendencias en los cultivos, lo que permite anticipar y gestionar oportunidades de mejoras. Aumentando la rentabilidad de la inversión y buscando un menor daño al medio ambiente
Hoy, con una pequeña inversión (entre US$ 10 a US$ 50 por hectárea), podemos conseguir mejoras productivas en el corto plazo y acumular buenos resultados en el largo plazo.